El conflicto se originó por la falta de acuerdo en una recomposición salarial, lo que ha llevado a que los barcos congeladores no zarpen y que los marineros en alta mar trabajen bajo el régimen de "trabajo a reglamento". Ante la falta de avances, el gremio evalúa intensificar sus acciones.

El reclamo del SOMU incluye un aumento de $33.000 para los meses de julio y agosto, y de $34.000 para septiembre. Sin embargo, en la audiencia de hoy solo asistieron dos cámaras empresariales, sin que se alcanzara un acercamiento.

El secretario general del SOMU en Mar del Plata, Oscar Bravo, manifestó que "lo que a las empresas les parece mucho, para los trabajadores es insuficiente", y resaltó la necesidad de una actualización salarial acorde a la canasta básica, que ronda el millón de pesos.

Por su parte, las cámaras pesqueras advirtieron que el sector enfrenta una "situación delicada" debido a la pérdida de rentabilidad y competitividad, lo que podría desembocar en una crisis profunda. A pesar de esto, el gremio mantiene su postura firme en la negociación, que afecta a más de 37.000 puestos de trabajo en la industria pesquera de Mar del Plata.

El paro comenzó el 6 de agosto, tras el vencimiento de la conciliación obligatoria sin alcanzar un acuerdo, situación que persiste desde entonces.