Lorena Crosa, una de las feriantes, en diálogo con LU9, sostuvo que "se destruyó la posibilidad de trabajo de 82 familias marplatenses que eran permisionarias de la feria". En un comunicado conjunto, los artesanos señalaron que la orden de desmantelar la feria se dio sin ningún tipo de notificación previa: "A horas de haber terminado las vacaciones de invierno, nos encontramos con que habían dado la orden al Emvial de destruir la feria que lleva más de 40 años en la diagonal".

Además, los artesanos informaron que "destruyeron y desconectaron los dos medidores de luz" que están a su nombre, denunciando una violación a las consideraciones mínimas hacia su colectivo de trabajadores autogestionados y sin subsidios. Los feriantes también recordaron que en abril habían llegado a un acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Local para ser notificados antes de cualquier desarme de la feria, acuerdo que no se respetó. "Vamos a iniciar las acciones necesarias para recuperar nuestro lugar, tan duramente conseguido a lo largo de décadas de trabajo honesto y productivo", aseguraron.

Los artesanos enfatizaron que su labor es reconocida a nivel nacional e internacional, y que en otros lugares estas ferias son promovidas y protegidas por las autoridades locales, quienes proporcionan módulos fijos y estables. En contraste, la medida del municipio marplatense perjudica a los trabajadores y al atractivo turístico de la ciudad.

Finalmente, los artesanos enfrentaron las declaraciones de los funcionarios municipales, quienes justificaron el retiro de las estructuras alegando problemas de seguridad y tranquilidad en la zona, como había sido denunciado anteriormente por algunos vecinos. "Ninguno de los problemas de Mar del Plata se va a solucionar dejándonos sin lugar de trabajo: ni las personas en situación de calle, ni la delincuencia, ni la venta de drogas, ni la inseguridad van a acabarse con esta medida prepotente", concluyeron los artesanos.