El asteroide, inicialmente identificado como 2020 Jx10, fue redescubierto y confirmado, llevando ahora la designación oficial de 2023 Jx10. Málaga expresó su emoción y orgullo por este reconocimiento, destacando la importancia del hallazgo tanto para la comunidad científica como para su trayectoria personal. "No tengo palabras, es muy gratificante", comentó sobre el reconocimiento recibido de la NASA, que incluyó un diploma que avala su descubrimiento.

En diálogo con LU9, Málaga explicó que su trabajo fue parte de un proyecto de la International Astronomical Search Collaboration (IASC) iniciado el año pasado. "La finalidad de estas campañas es detectar asteroides que se acercan a la Tierra y que pueden ser potencialmente peligrosos", explicó.

Málaga también reflexionó sobre el legado de su descubrimiento: "Me siento increíble porque de aquí a unos años no estaré más, pero habrá alguien, algún astrónomo, que advertirá que hace 100 o 200 años yo descubrí un asteroide y mi nombre va a estar ahí".

Según detalló Málaga, el asteroide fue observado por segunda vez entre 7 y 10 días después de su primera detección, lo que llevó al Minor Planet Center (MPC) a otorgarle una denominación provisional. Este proceso de observación y confirmación puede durar entre 6 y 10 años, tiempo durante el cual la Unión Astronómica Internacional numerará y catalogará el asteroide, otorgando crédito al descubridor.

Este reconocimiento no solo resalta el talento y la dedicación de Leonardo Málaga, sino también la relevancia de la investigación astronómica en la detección y estudio de objetos cercanos a la Tierra, subrayando la importancia de continuar apoyando y desarrollando proyectos en esta área científica.