"En el sector fresquero, donde tenemos paritarias abiertas, no se habló de bajar los sueldos. Pero en la flota congeladora, que es la que más ganancias genera, se está planteando seriamente esta reducción", explicó Trueba.

El contexto de la crisis y la maniobra empresarial

El dirigente sindical sostuvo que la caída en los precios internacionales del langostino y el aumento de los costos operativos llevaron a algunas empresas a considerar la reducción de los salarios como una salida para mantener su rentabilidad.

"Nos dicen que la devaluación está frenada y que los costos están en dólares, pero el problema no se soluciona tocando el salario de los trabajadores. La plata de la gente es sagrada", afirmó con contundencia.

Además, denunció una maniobra para adelantar la temporada de pesca del langostino en aguas nacionales, algo que no tenía precedentes. "Históricamente, la zafra se abría en mayo. Pero ahora habilitaron su inicio en febrero, claramente presionados por las empresas para adelantarnos el conflicto paritario", señaló.

Posible impacto en toda la industria

Trueba advirtió que, si alguna cámara logra imponer la rebaja salarial en un sector, podría generar un efecto dominó en toda la actividad. "Si logran esto en la flota langostinera, después van a querer aplicarlo en el resto de la industria. Ahí sí entraríamos en un conflicto total", anticipó.

Por otro lado, también cuestionó la falta de compromiso de algunas empresas para defender sus productos en el exterior: "Cuando se trata de vender, no ponen la misma energía que los trabajadores para mantener en pie la actividad. Lo que deberían hacer es batallar en los mercados internacionales en vez de querer ajustar el bolsillo de los marineros".

Con una negociación salarial en curso y una posible crisis en puerta, los trabajadores del sector pesquero se mantienen en estado de alerta, dispuestos a resistir cualquier intento de recorte en sus ingresos.