En diálogo con LU9, Rozengardt alertó sobre la situación crítica en la provincia de Buenos Aires, donde de los 500 mil usuarios que tienen tarifa social sin inscripción, casi la mitad son jubilados y pensionados, mientras que una cuarta parte corresponden a barrios populares o programas sociales. Este grupo representa a los sectores más vulnerables, que enfrentan mayores dificultades para inscribirse en el RASE.

El presidente de OCEBA lanzó duras críticas hacia la administración de Javier Milei por la reducción de subsidios y recomendó a los usuarios consultar con organismos oficiales sobre su situación. Explicó que la gestión de Milei "a principios de junio decidió un aumento para todos los usuarios del precio mayorista de la energía, que es un componente importante de la factura que pagamos en todo el país". En ese aspecto, advirtió que "se focaliza en segmentos de ingresos menores y medios, pero va mucho menos sobre los altos ingresos".

Rozengardt recordó que "cuando la gestión anterior decidió la segmentación y quitar subsidios a los ingresos altos, había un grupo muy importante de usuarios que eran tarifa social" a los cuales "se los había identificado como sectores vulnerables, que eran los más difíciles de convocar para que se vayan a inscribir, por lo cual se decidió pasarlos al sector de menores ingresos".

Según los padrones, de los 500 mil usuarios bonaerenses que tienen tarifa social sin inscripción, casi la mitad son jubilados y pensionados y una cuarta parte corresponden a barrios populares o programas sociales. "Estamos hablando de los segmentos más vulnerables, dentro del segmento que ya está reconocido como ingresos bajos", remarcó el entrevistado.

La extensión del plazo para la inscripción en el RASE hasta el 4 de septiembre busca garantizar que estos sectores vulnerables no queden sin el apoyo necesario para afrontar los costos energéticos, en un contexto económico desafiante.