En diálogo con LU9 Radio Mar del Plata, Jesús Osorno, presidente de la Asociación, explicó la magnitud del problema: "En gastronomía, hay muchos restaurantes a puertas cerradas que no están habilitados. No registran a sus empleados, no cumplen con las normas de higiene y seguridad, y no tributan impuestos como corresponde".

El panorama es similar en la hotelería, donde el alquiler de departamentos turísticos sin regulación se ha convertido en un problema estructural: "Antes se alquilaban por quincena o por mes. Ahora se alquilan por día o por fin de semana, y nos genera una competencia desleal porque no tienen personal registrado, no pagan impuestos ni IVA".

Una temporada con altibajos

Osorno también analizó el desempeño de la temporada de verano, que tuvo momentos buenos, pero en general estuvo por debajo de años anteriores: "Arrancamos flojo, los feriados de Navidad y Año Nuevo fueron débiles, el clima no ayudó y la primera quincena de enero prácticamente se perdió. La segunda fue mejor, pero febrero tuvo una ocupación promedio de entre el 50 y el 65% en hotelería".

En el sector gastronómico, la situación fue similar. "Los restaurantes tradicionales trabajaron en promedio entre un 60 y 70%. La nocturnidad y Chapadmalal sí tuvieron un buen movimiento, pero el problema es que si un turista alquila un departamento informal y cocina en su alojamiento, no gasta en gastronomía. Y eso impacta en toda la ciudad", explicó.

Un reclamo que lleva años

Desde la Asociación vienen planteando la necesidad de regular el mercado informal, pero hasta ahora no han logrado respuestas concretas. "Hace tres o cuatro años presentamos un proyecto para que los departamentos turísticos tengan requisitos mínimos, como un electricista matriculado, conexión a tierra, permiso del consorcio y un registro oficial para operar en plataformas de alquiler temporario. Pero sigue sin aplicarse", lamentó Osorno.

El empresario destacó que Mar del Plata necesita fomentar el turismo, pero con reglas claras: "Entendemos que la ciudad necesita movimiento y que vengan turistas, pero necesitamos que gasten, que consuman y que todos podamos trabajar en igualdad de condiciones".

El desafío de sostener la actividad todo el año

Otro de los desafíos que enfrenta el sector es la fuerte estacionalidad. "En verano tenemos que hacer colchón para poder aguantar los meses flojos como mayo, junio y julio", explicó Osorno.

Finalmente, pidió que las autoridades escuchen los reclamos del sector y actúen para ordenar la situación: "No estamos pidiendo un privilegio, sino equidad. Si no regulamos la informalidad, las empresas que sí cumplen con la ley van a tener cada vez más dificultades para sobrevivir. Y Mar del Plata tiene una historia que no podemos permitir que se erosione".

La informalidad sigue creciendo y, mientras tanto, hoteleros y gastronómicos intentan resistir un contexto cada vez más complicado. ¿Habrá respuestas desde el Municipio y la Provincia? La pregunta sigue abierta.