POLÍTICA
El debate sobre la desregulación del mercado inmobiliario en Argentina suma cada vez más voces a favor y en contra. En ese contexto, Jorge Amoreo Casotti, CEO de PropTech Pint, impulsa una iniciativa que propone eliminar las regulaciones que rigen la actividad de los corredores inmobiliarios, permitiendo mayor competencia y fomentando la innovación en el sector.
25 de febrero de 2025
En diálogo con LU9 Radio Mar del Plata, Casotti explicó su postura y destacó que Argentina es el único país del mundo que exige un título universitario para ejercer la intermediación inmobiliaria. "En países como Singapur, el proceso de habilitación lleva solo nueve días, mientras que acá se necesitan cinco años de estudio. Es una barrera artificial que perjudica a la industria", sostuvo.
Casotti detalló que su propuesta no busca eliminar los colegios profesionales, sino ponerlos en competencia con otros modelos de certificación de idoneidad. "Si realmente aportan valor, los colegios seguirán existiendo, pero no pueden seguir monopolizando la actividad y controlando los precios", explicó.
Además, criticó el actual sistema normativo, que considera obsoleto y perjudicial para el crecimiento del sector: "Las reglas que regulan esta actividad fueron impuestas en la dictadura militar y hoy siguen funcionando como una barrera de acceso al mercado. Esto impide la entrada de nuevos actores y encarece el costo de los servicios".
Según Casotti, países que han implementado reformas similares han logrado dinamizar el mercado y bajar costos para los consumidores. "España desreguló la intermediación inmobiliaria en el año 2000 y todos los indicadores mejoraron: la vivienda se volvió más accesible, entraron nuevos competidores y la innovación tecnológica avanzó a pasos agigantados", ejemplificó.
También enfatizó que la regulación actual frena el desarrollo de herramientas tecnológicas que podrían mejorar la experiencia de los compradores y vendedores: "Hoy en día, con la tecnología disponible, podríamos facilitar la compra y alquiler de propiedades de manera mucho más eficiente, pero la burocracia lo impide".
Consultado sobre la reacción de los colegios profesionales, Casotti reconoció que su propuesta ha generado rechazo. "Han salido a expresarse en contra de competir con otros modelos, porque temen perder su poder. Pero lo cierto es que el mercado inmobiliario argentino funciona a contramano del mundo y evoluciona a pesar de estas regulaciones", afirmó.
Respecto a la posibilidad de que la iniciativa prospere, señaló que todo cambio requiere voluntad política. "Ni en la Venezuela de Maduro ni en la España socialista de Pedro Sánchez se exige un título universitario para trabajar en este sector. Es una anomalía global que tarde o temprano deberá corregirse, sobre todo en un país que dice promover la libre empresa", concluyó.
El debate sobre la desregulación del mercado inmobiliario en Argentina está lejos de cerrarse, pero lo que está claro es que nuevas voces y propuestas empiezan a ganar espacio en la discusión sobre el futuro del sector.
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