Dominé informó que las obras, en las que participan activamente un 90% de jóvenes pertenecientes al club, están en una fase avanzada. Enfatizó que el proceso de organización de tareas ha sido fundamental para lograr el progreso de la remodelación, que dará como resultado un microestadio renovado y atractivo.

"Queremos volver a jugar en nuestra casa, en Luro y Guido", expresó Dominé, resaltando la importancia de regresar al lugar que representa la historia y la identidad del club. Además, señaló que se espera que, para febrero, el equipo de básquet pueda disputar sus partidos en las instalaciones recientemente mejoradas.

El referente del Club Quilmes también abordó aspectos relacionados con los desafíos económicos del equipo para participar en el torneo, especialmente en lo que respecta a los costos de los viajes. Destacó la relevancia del sentido de pertenencia en la comunidad y cómo este impulsa el compromiso y la participación de los miembros del club.

La historia de Quilmes, según Dominé, es la de un club de barrio lleno de actividades, y aseguró que se respetará y honrará esa rica tradición en cada paso del camino.