Una de las inquietudes principales es el cierre del casino del hotel SASO, que, según Páez, "es un casino importante en temporada", ya que recibe a turistas que buscan entretenimiento nocturno. A pesar de que inicialmente se informó que el cierre sería temporal, debido a cuestiones de seguridad, han pasado semanas sin novedades concretas. "Nos dijeron que era por dos o tres días, hasta que se regularizara el tema de seguridad. Han pasado casi tres semanas, y cada vez esto nos parece que va a ser casi definitivo", expresó Páez.

Atraso salarial y falta de insumos

El dirigente gremial también señaló que los trabajadores enfrentan problemas estructurales, entre ellos, la falta de provisión de insumos y uniformes adecuados en las distintas salas de juego. Además, evidenció la preocupación por la falta de actualización salarial en un contexto inflacionario: "Hace casi tres meses que no se discute una política salarial, y la verdad es que nuestros sueldos han quedado muy atrasados. Por más que nos quieran inventar que la inflación es baja, los trabajadores no lo percibimos en los gastos diarios. Las cosas siguen aumentando y cada vez se nos complica más".

Páez recordó que, hace poco más de un año, los trabajadores sufrieron una pérdida del poder adquisitivo del 118% y, a pesar de los esfuerzos por mantener el diálogo con las autoridades, las soluciones no llegan. "Queremos que las autoridades, por lo menos, nos llamen a dialogar y nos cuenten qué está pasando. No queremos repetir historias pasadas, donde cerraban nuestras fuentes de trabajo y los trabajadores terminaban movilizándose y tomando medidas de fuerza", afirmó.

El impacto en el turismo y los ingresos

El cierre de casinos no solo afecta a los trabajadores, sino también al turismo y a la economía de las localidades donde operan. Páez mencionó que, pese a las dificultades, las salas de juego han recibido público, aunque los números están lejos de los históricos. "Pensábamos que iba a ser peor, pero en la segunda quincena esto tendió a mejorar. Claro que no se compara con los números de hace dos o tres años, pero la gente sigue concurriendo", explicó.

Sin embargo, el dirigente advirtió que este tipo de cierres y la falta de políticas claras afectan la actividad turística. "Las incertidumbres nunca son buenas. Siempre es mejor tener una certeza, aunque no sea la respuesta al 100% de lo anhelado, porque la incertidumbre crea preocupación", sostuvo.

Un llamado a las autoridades

Desde el gremio se insiste en la necesidad de abrir canales de diálogo efectivos que permitan encontrar soluciones. "Queremos respuestas concretas. El casino está hermoso gracias al sacrificio de las compañeras y compañeros, pero estamos haciendo milagros con la falta de insumos", destacó Páez.

Por último, el líder gremial llamó a la reflexión sobre el impacto que estas decisiones tienen en las comunidades locales y en los trabajadores. "Esperemos que haya funcionarios dispuestos a escuchar para que no tengamos que llegar a la confrontación. Se trata de sentarse en una mesa y decir: 'Mirá, esto se puede, esto no', pero prestar atención a los problemas", concluyó.