En un primer incidente, Guffanti sufrió el robo de ocho reflectores, los cuales no solo servían para la iluminación del buffet, sino que también eran cruciales para iluminar el acceso al hospital, un área que generalmente se encuentra a oscuras.

Poco tiempo después, los delincuentes volvieron a atacar, llevándose otros dos reflectores y, en un tercer robo, se apropiaron de 30 metros de cable. Estos sucesivos episodios de inseguridad no solo han afectado las operaciones del buffet, sino que también han puesto en evidencia las falencias en la seguridad del lugar.

A pesar de la presencia de cámaras de seguridad en la zona, los robos continúan ocurriendo con alarmante frecuencia. "Hay cámaras de seguridad, pero me pregunto, ¿para qué?", expresó un frustrado Guffanti, cuestionando la eficacia de estos dispositivos en prevenir los delitos y proteger tanto su negocio como a los usuarios del hospital.

La situación ha generado preocupación entre los concesionarios y los visitantes del hospital, quienes exigen una mayor presencia policial y medidas de seguridad más efectivas para evitar futuros robos. La falta de iluminación adecuada en el acceso al hospital sigue siendo un problema, especialmente por las noches, cuando la oscuridad facilita las actividades delictivas.

Fernando Guffanti y otros comerciantes de la zona esperan una pronta respuesta de las autoridades para mejorar la seguridad y evitar que estos incidentes se sigan repitiendo, afectando la tranquilidad y el bienestar de todos los que transitan y trabajan en el área del hospital.

Mientras tanto, la comunidad sigue atenta y preocupada, esperando que se tomen medidas concretas para garantizar la seguridad en una zona tan crucial como es el entorno del hospital.