Merlo destacó la importancia de usar elementos biocompatibles en la fabricación de estos dispositivos. "El principal componente de estas aleaciones es el hierro, que nuestro cuerpo utiliza normalmente en procesos metabólicos. Esto permite que el material se degrade y sea metabolizado de manera natural, sin generar toxicidad", afirmó.

El proyecto, que reúne a equipos interdisciplinarios en Mar del Plata, Rosario y Uruguay, se apoya en décadas de investigación en materiales. "Este reconocimiento no es solo mío. Es el resultado de más de 20 años de trabajo acumulado en nuestra institución, combinado con la experiencia de ingenieros, médicos y biólogos que colaboran para hacer realidad este avance", señaló Merlo.

La investigadora también reflexionó sobre el desafío de hacer ciencia en Argentina. "Los recursos son limitados, pero eso no nos desanima. Elegí quedarme en el país porque creo que puedo aportar al desarrollo local, aunque implica vivir con un presupuesto ajustado", confesó.

Merlo subrayó la importancia de difundir el impacto de la investigación científica en la vida cotidiana. "Este premio me permite avanzar más rápido y visibilizar lo que hacemos en INTEMA. Es fundamental que la sociedad sepa que detrás de cada innovación hay años de trabajo silencioso y colectivo", concluyó.